El Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro: Un Legado Cultural en Peligro y la Lucha por su Preservación

Fundado alrededor de 1576, el Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro se erige como el tesoro cultural más invaluable de la ciudad. Este emblemático edificio, uno de los primeros colegios establecidos por la Compañía de Jesús en la Nueva España tras el de la Ciudad de México, ha sido testigo de más de cuatro siglos de historia y transformación. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, su estructura albergó seminarios, cuarteles, cárceles y hospitales, pero con el paso del tiempo, el abandono amenazó con borrar su legado.

Parte del Antiguo Colegio Jesuita en los 90´s

El Rescate Ciudadano en los Años 90

En la década de 1990, frente al avanzado deterioro — muros agrietados, techos colapsados y cimientos debilitados — un grupo de ciudadanos comprometidos conformó el Patronato pro Rescate del Centro Cultural Ex Colegio Jesuita con la misión de rescatar y revitalizar este símbolo de identidad patzcuarense. A pesar de obstáculos como la falta de financiamiento, la burocracia institucional y la escasez de especialistas en restauración, emprendieron una labor titánica.

Parte del proceso de restauración del Antiguo Colegio Jesuita

Tras gestiones incansables, los trabajos de restauración iniciaron en 1992 y culminaron en noviembre de 1994, devolviendo al inmueble su esplendor arquitectónico. Salas de exposición, pasillos y jardines fueron renovados, transformándolo en el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita. Este espacio se convirtió en un epicentro de actividad cultural, impulsando la revitalización artística de Pátzcuaro. Exposiciones de arte, talleres, conferencias y festivales enriquecieron la experiencia de habitantes y visitantes. Además, jugó un papel clave en la celebración de tradiciones locales, como el Día de Muertos, fortaleciendo el sentido de comunidad y orgullo patrimonial.

Reconocimiento y Continuidad del Legado

El esfuerzo ciudadano no solo rescató físicamente el edificio, sino que sentó las bases para su uso cultural y educativo. En 2003, el gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría de Cultura, y no sin causar polémica, asumió su administración, aunque el legado del patronato continuó siendo fundamental. En 2023, el Ayuntamiento de Pátzcuaro otorgó la Presea «Gertrudis Bocanegra» — máximo galardón municipal — a Ángeles García Robles y María Magdalena Esmeralda Pimentel Escobar, reconociendo su labor dentro del patronato entre 1990 y 1998. Este premio destacó su gestión para transformar el sitio en un espacio dedicado al arte y la cultura, con impacto regional e internacional.

Ángeles García Robles y María Magdalena Esmeralda Pimentel Escobar, integrantes del Patronato pro Rescate del Centro Cultural Ex Colegio Jesuita

Desafíos y Crisis en la Gestión Actual

No obstante, en 2025, la renuncia de Sofía Stamatio, subdirectora del centro, evidenció graves problemas. Stamatio denunció la falta de recursos y precariedad laboral, señalando que el presupuesto asignado es menos del 10% del destinado a otros centros culturales estatales. Esta situación sacó a flote conflictos como:

  • Falta de apoyo presupuestal: El centro recibe solo entre 136,000 y 170,000 pesos anuales, insuficientes para mantenimiento básico y programas culturales.
  • Deterioro estructural: Humedad, goteras en techos y deficiencias en áreas clave amenazan la integridad del edificio rescatado por y para la ciudadanía.
  • Dependencia de cuotas: Los talleres deben cobrar a los usuarios para sostenerse, limitando el acceso a comunidades de bajos recursos.

La Secretaría de Cultura, en palabras de su titular Tamara Sosa Alanís, intentó desacreditar las declaraciones de la antigua subdirectora del inmueble afirmando que el Antiguo Colegio Jesuita no tiene focos rojos a atender, pero se contradice al reconocer su descuido: «Hablamos de un abandono de muchos años y nos toca retomar con urgencia los espacios. Por lo pronto, no hay un foco rojo que podamos decir que está en riesgo el recinto o que hay alguna situación que tenga que actuarse de manera urgente» (sic) (¿?), lo que hace evidente una falta total de conocimiento. Con esto la SECUM, responsable de velar por la conservación y promoción del patrimonio, muestra señales del descuido provocado por el centralismo cultural y una falta de capacidad para atender las necesidades del mencionado centro. La ausencia de recursos sostenibles, sumada a la complejidad burocrática y a la falta de personal especializado, pone en riesgo la continuidad de este valioso espacio.

Tamara Sosa Alanís, Titular de la Secretaría de Cultura de Michoacán (SECUM)

Como señaló un artículo de 2018«El gobierno nunca tuvo un proyecto cultural para el inmueble; solo lo recuperó por pertenecer al Estado». 

La Búsqueda de la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad

A pesar de estos retos y contradicciones, el Antiguo Colegio Jesuita busca ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Para lograr este reconocimiento, es crucial cumplir con criterios de preservación y desarrollar programas culturales inclusivos. La importancia de esta declaratoria radica en:

  • Reconocimiento mundial: Potenciaría la visibilidad internacional de Pátzcuaro y su patrimonio cultural, como ocurrió en el CREFAL – también en lamentable conflicto -.
  • Preservación y conservación: Obligaría a implementar medidas estrictas para mantener la integridad del inmueble.
  • Desarrollo cultural y turístico: Incrementaría el flujo de visitantes, beneficiando la economía local y fortaleciendo la identidad comunitaria.
Iniciativas y Propuestas para Asegurar su Futuro

Ante la crisis actual, diversas acciones se han propuesto para garantizar la sostenibilidad del centro:

  1. Iniciativas ciudadanas: Asociaciones civiles exigen el aumento del presupuesto y buscan alianzas con organizaciones que puedan aportar recursos y expertise.
  2. Candidatura a la UNESCO: Trabajar en cumplir los requisitos para ser declarado Sitio de Memoria Humanística y Confluencia Cultural, reforzando programas culturales inclusivos y preservación física.
  3. Propuestas académicas: Desde 2018, se plantean alianzas con instituciones como la UNAM o El Colegio de Michoacán a través de la implementación de programas conjuntos (NO manejo del lugar) para convertir el espacio en un centro educativo artístico multidisciplinario, retomando la visión original del patronato.
  4. Movilización comunitaria: Es imperativo que la sociedad retome el papel protagónico que desempeñó en los años 90, reactivando el espacio cultural y garantizando la preservación de su acervo documental y patrimonial.
Importancia Turística y Económica

El Antiguo Colegio Jesuita juega un papel crucial en el atractivo turístico de Pátzcuaro. Su valor histórico y cultural atrae a visitantes de todo el mundo, contribuyendo significativamente a la economía local. La preservación de este patrimonio es vital no solo para la identidad cultural de la comunidad, sino también para mantener y potenciar su impacto económico y social.

Propuestas de Acción Concretas

Para revertir la situación actual y asegurar el futuro del centro, es necesario implementar estrategias específicas:

  1. Establecimiento de mesas de diálogo: Incluir a autoridades, expertos, comunidad y sectores privados en decisiones clave sobre la gestión y financiamiento del centro.
  2. Formación de alianzas público-privadas: Buscar apoyo financiero y logístico de empresas y organizaciones comprometidas con la preservación cultural.
  3. Campañas de concientización y recaudación de fondos: Movilizar a la sociedad mediante eventos, actividades y plataformas que incentiven la participación y aportaciones para el mantenimiento del colegio.
  4. Desarrollo de programas educativos y culturales: Ofrecer talleres, cursos y eventos que resalten la importancia histórica del inmueble, fomentando la inclusión y el acceso universal.
  5. Promoción turística estratégica: Crear campañas que destaquen el valor del colegio como destino cultural, atrayendo a más visitantes y generando recursos para su sostenimiento.

Un Llamado a la Acción Colectiva

El Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro no debe caer en el olvido ni convertirse en un vestigio silencioso. Es responsabilidad compartida de autoridades, sociedad civil y sector privado proteger este faro de creatividad y aprendizaje. Solo a través de un esfuerzo colectivo se podrá escribir el próximo capítulo de su historia, asegurando que su luz siga guiando e inspirando a futuras generaciones en Pátzcuaro, en México y en toda América Latina.

Priorizar a la comunidad y su desarrollo sobre intereses políticos y antidemocráticos es crucial para mantener viva esta invaluable institución. Al honrar el pasado y enfrentar con determinación los desafíos presentes, es posible sentar las bases para un futuro donde el Antiguo Colegio Jesuita sea reconocido como Patrimonio de la Humanidad, reflejando el compromiso de una sociedad que valora y preserva su herencia cultural.

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