El lago de Pátzcuaro

Este precioso estero se ubica a cuatro Km. del centro de la población. No sólo es uno de los sitios más bellos del mundo, sino uno de los lagos más altos del planeta. La historia de Michoacán se encuentra íntimamente ligada a él, que forma parte también del escudo de armas de la ciudad como elemento primordial y que cuenta con innumerables historia y leyendas relacionadas con los Purhépechas y su origen.

Desafortunadamente, este lago tampoco ha podido escapar a la agresividad del hombre ni a los cambios climatológicos del planeta, lo que ha afectado su nivel. Actualmente cuenta con cinco islas, que son: Janitzio, la Pacanda, Yunuén, Tecuén, un pequeño islote llamado “la Tecuenita”, por encontrarse cerca de ésta última y Jarácuaro, a donde ya es posible llegar también por carretera.

Estas aguas son habitadas por cinco especies de peces: el famoso pescado blanco (en peligro de extinción), lobina negra (comúnmente llamada trucha), acúmara y otros peces más pequeños, llamados tiruhs y cheguas.

Además el lago está rodeado por 26 pueblecillos indígenas, cada uno con belleza y personalidad propias que recomendamos visitar, para lo cual existe una preciosa y bien pavimentada carretera panorámica que parte de Pátzcuaro y lo rodea para comunicarse con la carretera a Guadalajara, muy cerca de Quiroga.

 JANITZIO

Uno de los principales atractivos de la región, es el viaje en lancha hasta esta isla, cuyo nombre significa “cabello de elote” que es la más grande e importante del lago. En ella se pueden admirar y adquirir gran variedad de artesanías, saborear exquisitos platillos típicos en sus numerosos restaurantes atendidos por los mismos habitantes de la isla y al llegar hasta su parte más alta es posible visitar el interior de la enorme estatua de Morelos – que puede ser vista desde muy lejos – ornamentada por dentro con más de 50 murales alusivos a la vida de dicho personaje y a la guerra de Independencia. Si sube hasta la parte superior de la estatua, gozará de otra impresionante, amplia y agradable vista panorámica.

YUNUÉN

Es otra hermosa isla, muy cerca de Janitzio, pero a diferencia del bullicio de la anterior, aquí se disfruta de una calma y tranquilidad sin comparación. Su nombre quiere decir “codo” debido a su forma y sus escasos habitantes formaron una cooperativa que construyó un pequeño grupo de cabañas que cuentan con todos los servicios, salón de juegos, una pequeña tienda de abarrotes, otra de artesanías y un sencillo pero delicioso restaurante, todo atendido por los lugareños. Ideal para parejas o para un verdadero retiro espiritual.

 LA PACANDA


Significa “empujar algo al agua”, tiene una ubicación privilegiada en la parte central del lago de Pátzcuaro. A su vez en el centro de esta isla se encuentra un estanque natural en el cual los pobladores cultivan peces para consumo local. Vale la pena visitarla por su estado de conservación y por su tranqulidad.

URANDEN Ó LOS URANDENES

Un conjunto de tres islas ubicadas al sur del lago de Pátzcuaro. Una de las principales actividades primarias de la región es la pesca con redes de mariposa. En el nuevo muelle se llevan a cabo varias festividades que forman un conjunto con las islas, por ejemplo, se celebra a la virgen de Guadalupe cada 12 de enero, se llevan a cabo competencias de canotaje durante la Semana santa, o las danzas y el concurso de arcos decorados durante el Día de muertos.

JARÁCUARO 


Deriva su nombre de la diosa Jaras, deidad de la basura. Ahora accesible por carretera, rumbo a Erongarícuaro tomando la desviación a la derecha en Arócutin. Aquí se trabaja principalmente la palma, que se teje en delgadas trenzas que sirven para dar forma a sombreros y tortilleros, aunque también se trabaja el bordado.

El lago de Zirahuén


A 20 km de Pátzcuaro, en el centro del estado de Michoacán, está Zirahuén, comunidad de artesanos y rica gastronomía. Su hermoso lago homónimo en el corazón de la meseta purépecha, rodeado de sitios ideales para el descanso y la recreación, la convierten  en excelente opción para pasar días inolvidables.

Para unos su nombre quiere decir “lugar de humareda”. Es un hermoso lago rodeado de bosques de pino y encino ubicado aprox. a 20 minutos de Pátzcuaro, siguiendo la carretera a Uruapan y tomando la desviación que nos guía al lugar. Cuenta la leyenda que este pequeño estero es habitado por la princesa Zirahuén, quien se suicidara debido al impedimento que su padre pusiera para que ésta pudiera desposar a su amado, por lo que desde entonces, cada hombre que ingresa en sus aguas corre el peligro de morir ahogado al ser atrapado por la princesa, quien aún espera a su prometido. De cualquier modo, no es nada recomendable nadar en este lugar, pues el agua es fría y profunda en algunas partes. Si se atreve, asegúrese de preguntar primero si es posible y dónde. La producción artesanal del lugar se especializa en madera labrada y decorada con temas florales. Se elaboran utensilios de cocina como cucharas, tenedores, espátulas, palas y demás enseres.

Para otros, Zirahuén quiere decir espejo de los dioses, significado que explica la leyenda: Tras la caída de Tenochtitlán, entre los españoles recién llegados a Michoacán un capitán quedó prendado de la princesa Eréndira –hija del rey purépecha Tangaxoan–, a quien raptó y escondió en un precioso valle envuelto por montañas. La bella mujer lloraba suplicando a sus dioses que la salvaran; los dioses del día y la noche, Juriata y Járatanga, le concedieron furia a sus lágrimas para con ellas formar un lago e hicieron de sus pies una cola de pez; convertida en sirena se salvó del sufrimiento y pudo huir de aquel extranjero. Los lugareños cuentan que todavía vaga por esas aguas profundas  y que a la víspera del amanecer emerge para encantar a los hombres de mal corazón.


Otra versión señala que fue Eréndira quien se enamoró de un gallardo hombre de un ejército enemigo al hallar en él las cualidades de su estirpe, pues merecería su amor quien fuera valiente y arrojado. Al enterarse, el rey prometió reconocerles el derecho de amarse sólo tras una entrampada condición: el guerrero tendría que pelear contra muchos otros caciques enemigos… Una vez derrotados todos los reinos vecinos, el engaño se hizo evidente, el rey exigía ser igualmente derrotado. La princesa, de pie entre ambos para evitar el enfrentamiento, rogó a su amado que se fuera: “No quiero ser la responsable de la muerte de ninguno de los dos. Si mi padre gana, te pierdo para siempre. Si tú sales vencedor, no me casaría contigo”, dijo. El joven tuvo que aceptar y ella, ante la tristeza por la pérdida del amor y por la traición filial se entregó a un profundo llanto hasta formar el lago con sus lágrimas. Gracias a los dioses sería convertida en sirena para no morir ahogada y en adelante la mujer-pez se convertiría en raptora ocasional de pescadores o pequeños navegantes por confundirlos con su amor.

Como fuere, la naturaleza nos entrega su propia poesía, un lago cristalino de forma oval cuyas tona-lidades van desde el azul intenso hasta el verde jade, rodeado de pinos y que alcanza 40 m de profundidad en su parte central.


El recorrido por el lago de Zirahuén puede hacerse en lanchas que salen desde diversos embarcaderos y combinarse con caminatas alrededor de los 20 km de su circuito, en ge-neral ligeras salvo por un par de pendientes cercanas al Rincón de Aguarde. El camino en el límite del pueblo de Zirahuén, al este, es empedrado durante casi un kilómetro, pero se puede transitar  por una vereda en la pared del cerro, una suerte de lateral más agradable, que se une a la vía principal y a la terracería. El sendero continúa rodeando el lago, atraviesa sembradíos y zonas deforestadas. La mejor parte del recorrido es la zona boscosa, frente a Agua Verde, donde están las cabañas alpinas y múltiples senderos para explorar.

Estas cabañas de madera están perfectamente equipadas para pasar días placenteros, admirar el lago y son ideales para esperar la noche y vivir el contraste entre los sonidos diurnos y el silencio matizado del anochecer bajo un espléndido cielo estrellado. Se pueden practicar deportes como pesca, natación, esnórquel, kayak, remo, vela, senderismo y ciclismo de montaña.

Es ésta una región rica en tradiciones y grandes atractivos turísticos aledaños, como los poblados de Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro, Uruapan y Morelia.

Asimismo cuenta con las zonas arqueológicas de Tingambato, Ihuatzio y Tzintzuntzan.

Fuente: Pátzcuaro en Breve / El lago encantado de Zirahuén

 

Originally posted 2016-02-06 14:19:39.

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